La vitamina E y el selenio, al actuar como antioxidantes, ayudan a proteger las células del daño oxidativo causado por los radicales libres. La vitamina E también juega un papel importante en la salud del sistema nervioso, los músculos, y la sangre. El selenio, por otro lado, es esencial para la producción de enzimas antioxidantes y contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunológico.